Llevábamos información de hoteles de las zonas por las que suponía que estaríamos en un determinado momento, pero claro, el calculo no fue tan exacto como creíamos, y que paso? pues que nos pillo ya oscureciendo perdidos en una carretera por Rieti donde solo se veían pueblecitos en las colinas, los más rústicos que habíamos visto hasta ahora y ninguno suficientemente grande como para albergar un hotel y evidentemente en nuestra información nada que nos pudiera servir. Optamos por coger una carretera que se metía en el bosque y encontramos tres chicas haciendo footing, les preguntamos como pudimos si habría algún agroturismo por los alrededores y entendimos que siguiendo por esa misma carretera más arriba, por un lago. Pasaban los kmts. y ni lago ni casa, hasta que como siempre, de la nada, aparece una preciosa casa de piedra...
Las fotos las hicimos a la mañana siguiente, ya que llegamos de noche. Fue como ver aparecer un oasis en el desierto, ya que nos veíamos durmiendo en el coche. Allí no dimos cuenta de la verdadera hospitalidad italiana. Nos dieron la habitación, dejamos las maletas y nos dirigimos al comedor. Era un comedor grande muy rustico y acogedor en el que se veía la cocina donde estaba la "mamma" cocinando, una mujer grande, robusta con su delantal (exactamente como en las películas!!!). Olía maravillosamente, pero solo estábamos nosotros dos. Nos sentíamos como perdidos y prácticamente sin saber nada de italiano, más que con un librito de conversación de estos de turistas, jeje. Bueno, el caso que nos sentaron, nos trajeron una jarra de vino de la casa y empezaron a traernos comida... de primero melón de color naranja con jamón, tras lo cual vino la pasta, un gran plato de tagliatelle al ragú, por lo que yo pensé que ahí se acababa todo, pero no, los italianos siempre comen la pasta como un primer plato, no como plato único por lo que después nos ofrecieron carne o pescado. Carne con funghi porcini y "trota" (trucha) pescada por la mañana en el lago, y claro con todo esto cayeron dos jarritas de vino!!!. Entretanto había entrado una mesa enorme de chicos a cenar, veían una competición de saltos en el lago (wakeboarding) por la tele, en la que por lo visto participaron. En cuanto terminamos de comer se nos acerco uno de ellos que hablaba español, se interesó por donde veníamos y que hacíamos por allí y enseguida nos invitaron a unirnos a ellos, con lo que acabamos la noche bebiendo y riendo con esos italianos desconocidos, hasta que la "mamma" nos mandó a todos a dormir.
A la mañana siguiente descubrimos que ese lago era el famoso Lago di Salto, el lago artificial más grande del Lazio, en la provincia de Rieti. El pueblo en cuestión era VARCO SABINO
El agroturismo del que os he hablado es el Agriturismo la Ferrera , una autentica maravilla para adentrarse en el interior de Italia, además hacen todo tipo de conservas. Recuerdo que compramos un bote de peperoncino picante en aceite, el bote era de un zumo de la marca Pago!!!!, lo tuvimos en casa mucho tiempo antes de atrevernos a abrirlo, y con razón ya que eso picaba como mil demonios!!!, y a mi me gusta el picante, jeje.
Fue una de las mejores noches que pasamos allí, totalmente auténtica.
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