jueves, 22 de mayo de 2014

Bassano di Grappa

Descubrimos este encantador pueblo cuando estuvimos en Venecia. Un día nos fuimos a la estación de trenes y buscamos algo que estuviera relativamente cerca, y allí estaba Bassano di Grappa a poco más de una horita de camino y decidimos cogerlo.
Bassano di Grappa es una pequeña ciudad medieval a pies de los Prealpes Vicentinos en la provincia del Veneto. Precioso centro histórico, antiguas calles y pequeñas plazas, pero lo más característico de Bassano y lo que la hace única es su puente, llamado Ponte degli Alpini (Puente de los alpinos)




Adquiere el nombre de los Alpinos, tropas italianas de montaña, luchaban en ellas en las peores condiciones, fueron unos héroes para los italianos. Éste puente se menciona en su canción de despedida cuando partían hacia la guerra...
El puente fue destruido y reconstruido muchas veces, siempre de la misma forma. El hecho más importante fue durante la Segunda guerra mundial que fue destruido por ellos mismos para evitar que la ciudad fuera bombardeada. Cuando terminó todo volvieron a reconstruirlo. Esta hecho de madera, una auténtica obra de arte.


Aquí deberían verse los prealpes y el Monte di Grappa, ya que la ciudad está rodeada por ellos, pero en este caso el tiempo no acompañó y estuvo completamente cubierto todo el día, por lo que no se ve más que niebla.





Casa en la que se alojó Napoleón


Como su nombre indica también es celebre por su producción de Grappa y puedes conocer todo lo referente a ella en su Museo de la Grappa, realmente muy interesante de visitar. Se encuentra muy cerca del puente de los alpinos. Tras la visita puedes probar y comprar cualquier variedad de grappa de su producción.
Hay muchos más lugares, museos y palacios que visitar. Nosotros optamos por pasear por sus calles y mezclarnos con los lugareños en su fiesta del funghi (seta) que casualmente celebraban esos días.

Gastronómicamente hablando además de la Grappa es conocido por el esparrago blanco y las setas.

No se si debería decir esto, es muy arriesgado considerando que es Italia, pero creo que aquí fue donde he comido mejor, o bueno, diremos que es uno de los mejores lugares donde he comido en Italia. Paramos en el Ristorante Trevisani, todavía recuerdo los tagliolini con "tartufo bianco" (Trufa blanca) que comí, espectaculares, los mejores que he comido en la vida, vamos, como diría mi cuñada... "de llorar". Mi marido comió tagliolini de pato, igualmente geniales. Si vais por allí os lo recomiendo de corazón.

Tras este día encantador en el interior de Italia volvimos a Venecia para llegar ya casi de noche. Un día genial y para repetir que quedará en nuestro recuerdo para siempre.

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